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Podríamos decir, sin riesgo a equivocarnos, que Jack Westbrook destaca por su altura, aunque sea corpulento y esbelto. A esto, hay que sumarle su juventud y la forma meticulosa de realizar una tarea de cualquier índole. 

 

Las tonalidades más oscuras de la gama del negro inundan su larga melena rizada, que se dibuja por encima de su redondeado y tranquilo rostro. Un rostro que destaca por su palidez. Además, esta melena le sirve a Jack para disimular sus largas orejas.

 

Por encima de unas arqueadas y gruesas cejas, destaca su estrecha a la par que lisa frente, que simula un marco para sus azulados e impenetrables ojos cuya profundidad podría confundirse con la del océano.

 

Entre ellos, aparece un puntiagudo y recto muro en forma de nariz, que da paso, a cada lado del mismo, a unas rollizas e hinchadas mejillas; acompañadas por una boca noble, firme y dura como si de un inamovible diamante se tratara.

 

Quién sería capaz de dejar de fijarse en sus voluptuosos y herméticos labios. Unos labios que atesoran unos perfectamente alineados dientes, relucientes hasta el punto de asemejarse a la bondadosa luz que la luna emite cuando muestra su mayor resplandor sobre la apagada noche.

 

Su estilizado cuello marca el comienzo de una masculina barba que alcanza hasta la llegada de sus orejas. Si hablamos sobre sus piernas, bien podríamos compararlas a las de un atleta por su indiscutible musculatura y grosor. Y sobre sus pies... ¿Qué clase de galán describe sus pies?

Descripción física

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